Jueves de la 21陋 semana de Tiempo Ordinario: el tiempo es fugaz, y Dios paciente, pero nos apremia a ser felices, a corresponder con las virtudes a la fidelidad a su llamada, en cada instante
Primera carta del ap贸stol san Pablo a los Tesalonicenses 3,7-13. Hermanos, en medio de todos nuestros aprietos y luchas, vosotros, con vuestra fe, nos anim谩is; ahora nos sentimos vivir, sabiendo que os manten茅is fieles al Se帽or. ¿C贸mo podremos agradec茅rselo bastante a Dios? ¡Tanta alegr铆a como gozamos delante de Dios por causa vuestra, cuando pedimos d铆a y noche veros cara a cara y remediar las deficiencias de vuestra fe! Que Dios, nuestro Padre, y nuestro Se帽or Jes煤s nos allanen el camino para ir a veros. Que el Se帽or os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que as铆 os fortalezca internamente, para que, cuando Jes煤s, nuestro Se帽or, vuelva acompa帽ado de todos sus santos, os present茅is santos e irreprensibles ante Dios, nuestro Padre.
Salmo 89,3-4.12-13.14 y 17. R. S谩cianos de tu misericordia, Se帽or, y estaremos alegres.
T煤 reduces al hombre a polvo, diciendo: «Retornad, hijos de Ad谩n.» Mil a帽os en tu presencia son un ayer, que pas贸; una vela nocturna.
Ens茅帽anos a calcular nuestros a帽os, para que adquiramos un coraz贸n sensato. Vu茅lvete, Se帽or, ¿hasta cu谩ndo? Ten compasi贸n de tus siervos.
Por la ma帽ana s谩cianos de tu misericordia, y toda nuestra vida ser谩 alegr铆a y j煤bilo. Baje a nosotros la bondad del Se帽or y haga pr贸speras las obras de nuestras manos.
Lectura del santo evangelio seg煤n san Mateo 24,42-51. En aquel tiempo, dijo Jes煤s a sus disc铆pulos: -«Estad en vela, porque no sab茅is qu茅 d铆a vendr谩 vuestro Se帽or. Comprended que si supiera el due帽o de casa a qu茅 hora de la noche viene el ladr贸n, estar铆a en vela y no dejarla abrir un boquete en su casa. Por eso, estad tambi茅n vosotros preparados, porque a la hora que menos pens茅is viene el Hijo del hombre. ¿D贸nde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues, dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra port谩ndose as铆. Os aseguro que le confiar谩 la administraci贸n de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardar谩, empieza a pegar a sus compa帽eros, y a comer y a beber con los borrachos, el d铆a y la hora que menos se lo espera, llegar谩 el amo y lo har谩 pedazos, mand谩ndolo a donde se manda a los hip贸critas. All铆 ser谩 el llanto y el rechinar de dientes.»
Comentario: 1.- 1Ts 3,7-13. Cuando una comunidad a la que un ap贸stol ha dedicado tanto tiempo, responde bien, se convierte en un motivo de alegr铆a para el ap贸stol. Pablo dice a los de Tesal贸nica: «vosotros, con vuestra fe, nos anim谩is... ahora respiramos... ¿c贸mo podremos agradec茅rselo bastante a Dios?... tanta alegr铆a como gozamos...». Y manifiesta el deseo de que las cosas se arreglen de manera que pueda ir a hacerles una visita. A la vez, les asegura que les recuerda cada d铆a en su oraci贸n. Lo que pide para ellos es «que Dios os haga rebosar de amor», «que os fortalezca internamente», que remedie «las deficiencias de vuestra fe», y as铆, en la venida 煤ltima del Se帽or, «os present茅is santos e irreprensibles ante Dios nuestro Padre». De nuevo presenta las tres virtudes teologales de la comunidad: el amor, la fe y la esperanza. Un ap贸stol -un catequista, un educador, un sacerdote- tiene con los destinatarios de su trabajo una relaci贸n compleja:
- se entrega a ellos, como ha dicho Pablo en las p谩ginas anteriores, con total desinter茅s, con amor de madre y de padre, dispuesto a dar por ellos su propia vida;
- pero no s贸lo da a los dem谩s, sino que tambi茅n recibe de ellos, y tal vez es m谩s lo que recibe que lo que da; no s贸lo ense帽a, sino aprende; no tiene el monopolio de la verdad ni de la generosidad: muchas veces encuentra en las dem谩s personas, por alejadas que parezcan, valores y actitudes que no se esperaba, y que le estimulan y le llenan de alegr铆a, como cuando Jes煤s «se admiraba» de la fe que encontr贸 en personas no jud铆as, como la mujer cananea o el centuri贸n romano; la Iglesia no s贸lo es maestra, sino tambi茅n disc铆pula: en el di谩logo con el mundo de hoy, podemos aprender mucho de los j贸venes, o de los no creyentes, de los alejados, y, mucho m谩s, de tantos cristianos sencillos que, tal vez con poca formaci贸n, siguen con generosidad el camino de Dios y hacen todo el bien que pueden a su alrededor; evangelizar, a veces, es tambi茅n descubrir en el coraz贸n de las personas la acci贸n escondida del Esp铆ritu que prepara en ellas el camino para un encuentro pleno con Cristo en la Iglesia;
- y todo eso le lleva a un ap贸stol a rezar por esas personas, porque la fuerza transformadora est谩 en Dios; pide por ellas, da gracias a Dios por ellas, y le reza para que progresen todav铆a m谩s, que «rebosen de amor» y que se «fortalezcan internamente», y si es el caso, vayan subsanando «las deficiencias en su fe». En la oraci贸n es donde se recompone siempre la direcci贸n de nuestro trabajo. Como dice el salmo: «baje a nosotros la bondad del Se帽or y haga pr贸speras las obras de nuestras manos».
Pablo es modelo en las tres direcciones: en la entrega, en los 谩nimos que sabe recibir de los dem谩s y en la oraci贸n que dirige a Dios por ellos.
Pablo concluye la primera parte de su carta a los tesalonicenses con una oraci贸n. Antes ha recordado su evangelizaci贸n y su conversi贸n (1,2-10), y subrayando la diferencia entre el comportamiento de los ap贸stoles y el de los falsos misioneros (2,1-16).
Estamos en el a帽o 51 y Pablo est谩 lejos de Tesal贸nica. Teme las consecuencias de las falsas predicaciones y de las persecuciones que sufren los cristianos. Ni siquiera las noticias tra铆das por Timoteo le han tranquilizado totalmente (2,17-3,10). Pide entonces a Dios la alegr铆a de volver a ver a los suyos para hacerles progresar en la fe. La oraci贸n de Pablo se desarrolla seg煤n una estructura precisa: los vv. 10-11 hacen alusi贸n a la fe de los tesalonicenses, el v. 12 recuerda su caridad y el v. 13 su esperanza. La principal preocupaci贸n del fundador de la comunidad parece ser las virtudes teologales, fundamento de la vida del cristiano.
La fe de la comunidad es fr谩gil y el informe de Timoteo ha revelado, probablemente, sus lagunas. Pablo hab铆a debido abandonar Tesal贸nica sin haber podido acabar la catequesis necesaria (Act 17,1-10). Pide a Dios que allane los obst谩culos que han impedido hasta el momento su retorno.
Segundo objeto de la oraci贸n de San Pablo: el crecimiento de la caridad entre hermanos, pero tambi茅n hacia todos los hombres, aunque fuesen perseguidores de la comunidad (Gal 6,10; Rom 12,10-21). El ap贸stol estima en efecto que 茅l es responsable del amor que los tesalonicenses se testimonian mutuamente, ya que este amor es reflejo del que 茅l les ha testimoniado (la misma actitud en 2 Ts 3,7-9; Flp 3,17; 4,9; 1 Co 4,16; 11,1).
La fe y el amor s贸lidos asegurar谩n a los cristianos de Tesal贸nica una santidad irreprochable. Pero esta debe crecer sin cesar en la esperanza de la Parus铆a del Se帽or (1 Tes 5,23; 1 Cor 1,8). Pablo participa tambi茅n de las concepciones de su tiempo, seg煤n las cuales la Parus铆a se manifestar谩 al t茅rmino de las persecuciones. Las vejaciones sufridas por sus corresponsales no son m谩s que el preludio.
Puede existir un cierto peligro en distinguir las tres virtudes teologales como si fueran tres poderes aut贸nomos en el organismo del hijo de Dios. De hecho, al distinguir estas tres virtudes, Pablo sigue el procedimiento literario de la tr铆ada. El organismo cristiano es 煤nico y no se puede tener la fe sin amor, ni el amor sin esperanza. Esto es, adem谩s, lo que el ap贸stol afirma cada vez que es conducido a describir estas virtudes. Este organismo cristiano 煤nico que es, en el fondo, la capacidad de dar a todas las cosas un sentido nuevo en Jesucristo, se expresa de varias maneras, pero entre ellas algunas son como actitudes privilegiadas y decisivas: el sentido que damos a la vida, a la muerte y a la resurrecci贸n del hombre-Dios, el sentido que damos a la vida de los hombres, entre ellos, el sentido, finalmente, que damos a la marcha de la humanidad y son, respectivamente, la fe, la caridad y la esperanza actitudes que no pueden adquirirse sino en el nombre del Se帽or (Martens-Frisque).
-Hermanos, en medio de todas nuestras congojas y tribulaciones, las noticias recibidas de vuestra fe nos han reconfortado. Ahora s铆 que vivimos porque vosotros permanec茅is firmes en el Se帽or. Ahora «revivimos» porque tenemos buenas noticias de la firmeza de vuestra fe. La respiraci贸n del ap贸stol y toda su vida provienen de sus fieles. «Os manten茅is firmes en el Se帽or.» La fe se parece a un combate en el que hay que apretar los dientes ¡y aguantar! El mismo Pablo confiesa el contexto de su vida de ap贸stol: vive «en medio de congojas y tribulaciones». Esta fuerza, esta perseverancia que, a pesar de los obst谩culos, experimentan los que tienen Fe, no proviene de s铆 mismos, es una fuerza «en el Se帽or». Puede coexistir con un profundo sentimiento de debilidad personal (Rm 7,14-25).
-¿C贸mo podremos agradecer a Dios por vosotros por todo el gozo que por causa vuestra experimentamos ante nuestro Dios? Noche y d铆a pedimos insistentemente... Las pruebas de Pablo no le hacen taciturno o melanc贸lico. Nos dice que pasa noche y d铆a dando gracias a Dios en el gozo y en la oraci贸n. ¿Y yo? ¿me esfuerzo en transformar mis preocupaciones de esa manera positiva? San Pablo nos dir谩 ahora sobre qu茅 puntos precisos se desarrolla su oraci贸n:
1潞 La fe . -Que Dios nos haga ver vuestro rostro para completar lo que falta a vuestra fe. Que Dios mismo, nuestro Padre, y nuestro Se帽or Jesucristo, orienten nuestros pasos hasta vosotros. El primer objetivo de su oraci贸n es la consolidaci贸n de la Fe de esa comunidad. Despu茅s de una evangelizaci贸n tan corta -unas semanas- no ha de extra帽arnos que la fe de los Tesalonicenses sea fr谩gil y llena de lagunas. A causa de la persecuci贸n, Pablo se vio obligado a salir de all铆 antes de lo que hubiese querido. Podr铆a extra帽ar que nos hable de «fe incompleta» despu茅s de los elogios que les ha prodigado precisamente sobre su fe. Pero la Fe tiene dos aspectos:
-es ante todo un acto global de adhesi贸n a Cristo...
-es adem谩s una vida seg煤n Cristo que requiere un desarrollo, una catequesis.
¿S茅 yo «completar lo que le falta a mi fe»? ¿Ruego para que progrese mi fe y la fe de todos los que amo?
2潞 La caridad. -Que el se帽or os haga progresar en el amor de unos con otros y para con todos, como es nuestro amor para con vosotros. Amar: primero «entre hermanos», pero tambi茅n y ampliamente a «todos los hombres». Esta es una de las m谩s puras caracter铆sticas del evangelio.
3潞 La esperanza. -Para que se consoliden vuestros corazones con santidad irreprochable ante Dios, nuestro Padre, en la venida de nuestro Se帽or Jesucristo con todos sus santos. La esperanza y la espera que dan un sentido a la vida (Noel Quesson).
2. El salmo hace referencia a la fugacidad de la vida, centr谩ndose en la creaci贸n del hombre, al que form贸 Dios del polvo de la tierra (Gn 3,19) y le ha dado una vida breve, y dice S. Pedro que Dios tiene paciencia con nosotros: “no tarda el Se帽or en cumplir con su promesa, como algunos piensan; m谩s bien tiene paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie se pierda, sino que todos se conviertan” (2 P 3,8-9).
Dec铆a el fundador del Opus Dei: “Os recuerdo de nuevo que nos queda poco tiempo: tempus breve est, porque es breve la vida sobre la tierra, y que, teniendo aquellos medios, no necesitamos m谩s que buena voluntad para aprovechar las ocasiones que Dios nos ha concedido. Desde que Nuestro Se帽or vino a este mundo, se inici贸 la era favorable, el d铆a de la salvaci贸n, para nosotros y para todos. Que Nuestro Padre Dios no deba dirigirnos el reproche que ya manifest贸 por boca de Jerem铆as: en el cielo, la cig眉e帽a conoce su estaci贸n; la t贸rtola, la golondrina y la grulla conocen los plazos de sus migraciones: pero mi pueblo ignora voluntariamente los juicios de Yav茅.
No existen fechas malas o inoportunas: todos los d铆as son buenos, para servir a Dios. S贸lo surgen las malas jornadas cuando el hombre las malogra con su ausencia de fe, con su pereza, con su desidia que le inclina a no trabajar con Dios, por Dios. ¡Alabar茅 al Se帽or, en cualquier ocasi贸n! El tiempo es un tesoro que se va, que se escapa, que discurre por nuestras manos como el agua por las pe帽as altas. Ayer pas贸, y el hoy est谩 pasando. Ma帽ana ser谩 pronto otro ayer. La duraci贸n de una vida es muy corta. Pero, ¡cu谩nto puede realizarse en este peque帽o espacio, por amor de Dios!
No nos servir谩 ninguna disculpa. El Se帽or se ha prodigado con nosotros: nos ha instruido pacientemente; nos ha explicado sus preceptos con par谩bolas, y nos ha insistido sin descanso. Como a Felipe, puede preguntarnos: hace a帽os que estoy con vosotros, ¿y a煤n no me hab茅is conocido? . Ha llegado el momento de trabajar de verdad, de ocupar todos los instantes de la jornada, de soportar -gustosamente y con alegr铆a- el peso del d铆a y del calor”.
Dios es tambi茅n el que puede perdonar y hacer felices los d铆as del hombre sobre la tierra. Es lo que se le pide en estos vers铆culos.
3.- Mt 24, 42-51 (ver paralelo, domingo 19, C). Nos quedan tres d铆as de lectura del evangelio de san Mateo. Y los tres tienen un mismo tema: el discurso «escatol贸gico» de Jes煤s, el quinto y 煤ltimo de los que Mateo nos ofrece en su evangelio, organizando los dichos de Jes煤s (cf. lo que dec铆amos el lunes de la d茅cima semana). El discurso escatol贸gico se refiere a los acontecimientos finales y, en concreto, a la actitud de vigilancia que debemos tener respecto a la venida 煤ltima de Jes煤s. Hoy nos lo dice con dos comparaciones muy expresivas: el ladr贸n puede venir en cualquier momento, sin avisar previamente; el amo puede regresar a la hora en que los criados menos se lo esperan. En ambos casos, la vigilancia har谩 que el ladr贸n o el amo nos encuentren preparados. Nos va bien que nos recomienden la vigilancia en nuestra vida. No es que sea inminente el fin del mundo, con la aparici贸n gloriosa de Cristo. Ni que necesariamente est茅 pr贸xima nuestra muerte. Pero es que la venida del Se帽or a nuestras vidas sucede cada d铆a, y es esta venida, descubierta con fe vigilante, la que nos hace estar preparados para la otra, la definitiva. Toda la vida est谩 llena de momentos de gracia, 煤nicos e irrepetibles. Los jud铆os no supieron reconocer la llegada del Enviado: ¿desperdiciamos nosotros otras ocasiones de encuentro con el Se帽or?
El estudiante estudia desde el principio de curso. El deportista se esfuerza desde que empieza la etapa o el campeonato. El campesino piensa en el resultado final ya desde la siembra. Aunque no sean inminentes ni el examen ni la meta definitiva ni la cosecha. No es de insensatos pensar en el futuro. Es de sabios. D铆a a d铆a se trabaja el 茅xito final. D铆a a d铆a se vive el futuro y, si se aprovecha el tiempo, se hace posible la alegr铆a final. «Estad en vela»: buena consigna para la Iglesia, pueblo peregrino, pueblo en marcha, que camina hacia la Venida 煤ltima de su Se帽or y Esposo. Buena consigna para unos cristianos despiertos, que saben de d贸nde vienen y a d贸nde van, que no se dejan arrastrar sin m谩s por la corriente del tiempo o de los acontecimientos, que no se quedan amodorrados por el camino. Estar en vela no significa vivir con temor, ni menos con angustia, pero s铆 con seriedad. Porque todos queremos escuchar, al final, las palabras de Jes煤s: «muy bien, siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Se帽or» (J. Aldaz谩bal).
Las tres p谩ginas propuestas hasta el s谩bado inclusive las incluye san Mateo en un gran discurso de Jes煤s sobre el "Fin de los Tiempos" -Escatolog铆a-Velad... Convendr铆a citar por entero el serm贸n 22 de Newman sobre la "vigilancia". He aqu铆 algunos extractos: "Jes煤s preve铆a el estado del mundo tal como lo vemos hoy, en el que su ausencia prolongada nos ha inducido a creer que ya no volver谩 jam谩s... Ahora bien, muy misericordiosamente nos susurra al o铆do que no nos fiemos de lo que vemos, que no compartamos esa incredulidad general... sino que estemos alerta y vigilantes". "Debemos no s贸lo "creer", sino "vigilar"; no s贸lo "amar", sino "vigilar"; no s贸lo "obedecer", sino "vigilar"; vigilar ¿por que? Por ese gran acontecimiento: la venida de Cristo…
"¿Sab茅is qu茅 es estar esperando a un amigo, esperar su llegada y ver que tarda en venir? ¿Sab茅is qu茅 es estar con una compa帽铆a desagradable, y desear que pase el tiempo y llegue el momento en que pod谩is recobrar vuestra libertad? ¿Sab茅is qu茅 es tener lejos a un amigo, esperar noticias suyas, y preguntarse d铆a tras d铆a qu茅 estar谩 haciendo ahora, en ese momento, si se encontrara bien?... Velar a la espera de Cristo es un sentimiento parecido a estos, en la medida en que los sentimientos de este mundo son capaces de representar los de otro mundo..."
-Velad, porque no sab茅is qu茅 d铆a vendr谩 vuestro Se帽or. Si el due帽o de casa supiese a qu茅 hora de la noche iba a venir el ladr贸n, estar铆a en vela... Tambi茅n vosotros estad preparados: porque en el momento que menos pens茅is, vendr谩 el Hijo del hombre.
Tambi茅n el Padre Duval ha traducido maravillosamente esta espera en su canci贸n. "El Se帽or volver谩, lo prometi贸, que no te encuentre dormido aquella noche. "En mi ternura clamo hacia El: Dios m铆o, ¿ser谩 quiz谩 esta noche? "El Se帽or volver谩, esp茅ralo en tu coraz贸n, ¡no sue帽es en disfrutar lejos de El tu peque帽a felicidad!" ¡Jes煤s "viene"! Y nos advierte: ¡velad! porque vengo cuando no lo pens谩is.
Podr铆ais malograr esa "venida", esa cita imprevista, esta visita-sorpresa. Y para que nos pongamos en guardia contra nuestras seguridades enga帽osas, Jes煤s llega a compararse a un "ladr贸n nocturno". Inseguridad fundamental de la condici贸n humana.
Jes煤s "vendr谩"... al final de los tiempos en el esplendor del 煤ltimo d铆a. Jes煤s "vendr谩"... a la hora de nuestra muerte en el cara a cara de aquel momento solemne "cuando se rasgar谩 el velo que nos separa del dulce encuentro".
Pero... Jes煤s "viene"... cada d铆a, si sabemos "estar en vela". No hay que esperar el 煤ltimo d铆a. Est谩 all铆, detr谩s del velo. Viene en mi trabajo, en mis horas de distensi贸n, de solaz. Viene a trav茅s de tal persona con quien me encuentro, de tal libro que estoy leyendo, de tal suceso imprevisto... Es el secreto de una verdadera revisi贸n de vida.
-¿D贸nde est谩 ese "empleado" fiel y sensato encargado por el amo de dar a su servidumbre la comida a sus horas? Dichoso el tal empleado si el amo, al llegar lo encuentra cumpliendo con su obligaci贸n... S铆, "velar", atisbar "las" venidas de Jes煤s, ¡no es estar so帽ando! Es hacer cada uno el trabajo de cada d铆a, es considerarse, de alguna manera, responsable de los dem谩s, es darles, cuando se requiera, su porci贸n de pan, es amar. En verdad eso concierne, muy especialmente, a los "jefes de comunidad", en la Iglesia o en otra parte. Y ¿qui茅n no es jefe de una comunidad? Familia, equipo, grupo, clase, despacho, empresa, sindicato, club, colegas, clientes, etc. Darles, cuando es oportuno, lo que esperan de m铆 (Noel Quesson).
Primera carta del ap贸stol san Pablo a los Tesalonicenses 3,7-13. Hermanos, en medio de todos nuestros aprietos y luchas, vosotros, con vuestra fe, nos anim谩is; ahora nos sentimos vivir, sabiendo que os manten茅is fieles al Se帽or. ¿C贸mo podremos agradec茅rselo bastante a Dios? ¡Tanta alegr铆a como gozamos delante de Dios por causa vuestra, cuando pedimos d铆a y noche veros cara a cara y remediar las deficiencias de vuestra fe! Que Dios, nuestro Padre, y nuestro Se帽or Jes煤s nos allanen el camino para ir a veros. Que el Se帽or os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que as铆 os fortalezca internamente, para que, cuando Jes煤s, nuestro Se帽or, vuelva acompa帽ado de todos sus santos, os present茅is santos e irreprensibles ante Dios, nuestro Padre.
Salmo 89,3-4.12-13.14 y 17. R. S谩cianos de tu misericordia, Se帽or, y estaremos alegres.
T煤 reduces al hombre a polvo, diciendo: «Retornad, hijos de Ad谩n.» Mil a帽os en tu presencia son un ayer, que pas贸; una vela nocturna.
Ens茅帽anos a calcular nuestros a帽os, para que adquiramos un coraz贸n sensato. Vu茅lvete, Se帽or, ¿hasta cu谩ndo? Ten compasi贸n de tus siervos.
Por la ma帽ana s谩cianos de tu misericordia, y toda nuestra vida ser谩 alegr铆a y j煤bilo. Baje a nosotros la bondad del Se帽or y haga pr贸speras las obras de nuestras manos.
Lectura del santo evangelio seg煤n san Mateo 24,42-51. En aquel tiempo, dijo Jes煤s a sus disc铆pulos: -«Estad en vela, porque no sab茅is qu茅 d铆a vendr谩 vuestro Se帽or. Comprended que si supiera el due帽o de casa a qu茅 hora de la noche viene el ladr贸n, estar铆a en vela y no dejarla abrir un boquete en su casa. Por eso, estad tambi茅n vosotros preparados, porque a la hora que menos pens茅is viene el Hijo del hombre. ¿D贸nde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues, dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra port谩ndose as铆. Os aseguro que le confiar谩 la administraci贸n de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardar谩, empieza a pegar a sus compa帽eros, y a comer y a beber con los borrachos, el d铆a y la hora que menos se lo espera, llegar谩 el amo y lo har谩 pedazos, mand谩ndolo a donde se manda a los hip贸critas. All铆 ser谩 el llanto y el rechinar de dientes.»
Comentario: 1.- 1Ts 3,7-13. Cuando una comunidad a la que un ap贸stol ha dedicado tanto tiempo, responde bien, se convierte en un motivo de alegr铆a para el ap贸stol. Pablo dice a los de Tesal贸nica: «vosotros, con vuestra fe, nos anim谩is... ahora respiramos... ¿c贸mo podremos agradec茅rselo bastante a Dios?... tanta alegr铆a como gozamos...». Y manifiesta el deseo de que las cosas se arreglen de manera que pueda ir a hacerles una visita. A la vez, les asegura que les recuerda cada d铆a en su oraci贸n. Lo que pide para ellos es «que Dios os haga rebosar de amor», «que os fortalezca internamente», que remedie «las deficiencias de vuestra fe», y as铆, en la venida 煤ltima del Se帽or, «os present茅is santos e irreprensibles ante Dios nuestro Padre». De nuevo presenta las tres virtudes teologales de la comunidad: el amor, la fe y la esperanza. Un ap贸stol -un catequista, un educador, un sacerdote- tiene con los destinatarios de su trabajo una relaci贸n compleja:
- se entrega a ellos, como ha dicho Pablo en las p谩ginas anteriores, con total desinter茅s, con amor de madre y de padre, dispuesto a dar por ellos su propia vida;
- pero no s贸lo da a los dem谩s, sino que tambi茅n recibe de ellos, y tal vez es m谩s lo que recibe que lo que da; no s贸lo ense帽a, sino aprende; no tiene el monopolio de la verdad ni de la generosidad: muchas veces encuentra en las dem谩s personas, por alejadas que parezcan, valores y actitudes que no se esperaba, y que le estimulan y le llenan de alegr铆a, como cuando Jes煤s «se admiraba» de la fe que encontr贸 en personas no jud铆as, como la mujer cananea o el centuri贸n romano; la Iglesia no s贸lo es maestra, sino tambi茅n disc铆pula: en el di谩logo con el mundo de hoy, podemos aprender mucho de los j贸venes, o de los no creyentes, de los alejados, y, mucho m谩s, de tantos cristianos sencillos que, tal vez con poca formaci贸n, siguen con generosidad el camino de Dios y hacen todo el bien que pueden a su alrededor; evangelizar, a veces, es tambi茅n descubrir en el coraz贸n de las personas la acci贸n escondida del Esp铆ritu que prepara en ellas el camino para un encuentro pleno con Cristo en la Iglesia;
- y todo eso le lleva a un ap贸stol a rezar por esas personas, porque la fuerza transformadora est谩 en Dios; pide por ellas, da gracias a Dios por ellas, y le reza para que progresen todav铆a m谩s, que «rebosen de amor» y que se «fortalezcan internamente», y si es el caso, vayan subsanando «las deficiencias en su fe». En la oraci贸n es donde se recompone siempre la direcci贸n de nuestro trabajo. Como dice el salmo: «baje a nosotros la bondad del Se帽or y haga pr贸speras las obras de nuestras manos».
Pablo es modelo en las tres direcciones: en la entrega, en los 谩nimos que sabe recibir de los dem谩s y en la oraci贸n que dirige a Dios por ellos.
Pablo concluye la primera parte de su carta a los tesalonicenses con una oraci贸n. Antes ha recordado su evangelizaci贸n y su conversi贸n (1,2-10), y subrayando la diferencia entre el comportamiento de los ap贸stoles y el de los falsos misioneros (2,1-16).
Estamos en el a帽o 51 y Pablo est谩 lejos de Tesal贸nica. Teme las consecuencias de las falsas predicaciones y de las persecuciones que sufren los cristianos. Ni siquiera las noticias tra铆das por Timoteo le han tranquilizado totalmente (2,17-3,10). Pide entonces a Dios la alegr铆a de volver a ver a los suyos para hacerles progresar en la fe. La oraci贸n de Pablo se desarrolla seg煤n una estructura precisa: los vv. 10-11 hacen alusi贸n a la fe de los tesalonicenses, el v. 12 recuerda su caridad y el v. 13 su esperanza. La principal preocupaci贸n del fundador de la comunidad parece ser las virtudes teologales, fundamento de la vida del cristiano.
La fe de la comunidad es fr谩gil y el informe de Timoteo ha revelado, probablemente, sus lagunas. Pablo hab铆a debido abandonar Tesal贸nica sin haber podido acabar la catequesis necesaria (Act 17,1-10). Pide a Dios que allane los obst谩culos que han impedido hasta el momento su retorno.
Segundo objeto de la oraci贸n de San Pablo: el crecimiento de la caridad entre hermanos, pero tambi茅n hacia todos los hombres, aunque fuesen perseguidores de la comunidad (Gal 6,10; Rom 12,10-21). El ap贸stol estima en efecto que 茅l es responsable del amor que los tesalonicenses se testimonian mutuamente, ya que este amor es reflejo del que 茅l les ha testimoniado (la misma actitud en 2 Ts 3,7-9; Flp 3,17; 4,9; 1 Co 4,16; 11,1).
La fe y el amor s贸lidos asegurar谩n a los cristianos de Tesal贸nica una santidad irreprochable. Pero esta debe crecer sin cesar en la esperanza de la Parus铆a del Se帽or (1 Tes 5,23; 1 Cor 1,8). Pablo participa tambi茅n de las concepciones de su tiempo, seg煤n las cuales la Parus铆a se manifestar谩 al t茅rmino de las persecuciones. Las vejaciones sufridas por sus corresponsales no son m谩s que el preludio.
Puede existir un cierto peligro en distinguir las tres virtudes teologales como si fueran tres poderes aut贸nomos en el organismo del hijo de Dios. De hecho, al distinguir estas tres virtudes, Pablo sigue el procedimiento literario de la tr铆ada. El organismo cristiano es 煤nico y no se puede tener la fe sin amor, ni el amor sin esperanza. Esto es, adem谩s, lo que el ap贸stol afirma cada vez que es conducido a describir estas virtudes. Este organismo cristiano 煤nico que es, en el fondo, la capacidad de dar a todas las cosas un sentido nuevo en Jesucristo, se expresa de varias maneras, pero entre ellas algunas son como actitudes privilegiadas y decisivas: el sentido que damos a la vida, a la muerte y a la resurrecci贸n del hombre-Dios, el sentido que damos a la vida de los hombres, entre ellos, el sentido, finalmente, que damos a la marcha de la humanidad y son, respectivamente, la fe, la caridad y la esperanza actitudes que no pueden adquirirse sino en el nombre del Se帽or (Martens-Frisque).
-Hermanos, en medio de todas nuestras congojas y tribulaciones, las noticias recibidas de vuestra fe nos han reconfortado. Ahora s铆 que vivimos porque vosotros permanec茅is firmes en el Se帽or. Ahora «revivimos» porque tenemos buenas noticias de la firmeza de vuestra fe. La respiraci贸n del ap贸stol y toda su vida provienen de sus fieles. «Os manten茅is firmes en el Se帽or.» La fe se parece a un combate en el que hay que apretar los dientes ¡y aguantar! El mismo Pablo confiesa el contexto de su vida de ap贸stol: vive «en medio de congojas y tribulaciones». Esta fuerza, esta perseverancia que, a pesar de los obst谩culos, experimentan los que tienen Fe, no proviene de s铆 mismos, es una fuerza «en el Se帽or». Puede coexistir con un profundo sentimiento de debilidad personal (Rm 7,14-25).
-¿C贸mo podremos agradecer a Dios por vosotros por todo el gozo que por causa vuestra experimentamos ante nuestro Dios? Noche y d铆a pedimos insistentemente... Las pruebas de Pablo no le hacen taciturno o melanc贸lico. Nos dice que pasa noche y d铆a dando gracias a Dios en el gozo y en la oraci贸n. ¿Y yo? ¿me esfuerzo en transformar mis preocupaciones de esa manera positiva? San Pablo nos dir谩 ahora sobre qu茅 puntos precisos se desarrolla su oraci贸n:
1潞 La fe . -Que Dios nos haga ver vuestro rostro para completar lo que falta a vuestra fe. Que Dios mismo, nuestro Padre, y nuestro Se帽or Jesucristo, orienten nuestros pasos hasta vosotros. El primer objetivo de su oraci贸n es la consolidaci贸n de la Fe de esa comunidad. Despu茅s de una evangelizaci贸n tan corta -unas semanas- no ha de extra帽arnos que la fe de los Tesalonicenses sea fr谩gil y llena de lagunas. A causa de la persecuci贸n, Pablo se vio obligado a salir de all铆 antes de lo que hubiese querido. Podr铆a extra帽ar que nos hable de «fe incompleta» despu茅s de los elogios que les ha prodigado precisamente sobre su fe. Pero la Fe tiene dos aspectos:
-es ante todo un acto global de adhesi贸n a Cristo...
-es adem谩s una vida seg煤n Cristo que requiere un desarrollo, una catequesis.
¿S茅 yo «completar lo que le falta a mi fe»? ¿Ruego para que progrese mi fe y la fe de todos los que amo?
2潞 La caridad. -Que el se帽or os haga progresar en el amor de unos con otros y para con todos, como es nuestro amor para con vosotros. Amar: primero «entre hermanos», pero tambi茅n y ampliamente a «todos los hombres». Esta es una de las m谩s puras caracter铆sticas del evangelio.
3潞 La esperanza. -Para que se consoliden vuestros corazones con santidad irreprochable ante Dios, nuestro Padre, en la venida de nuestro Se帽or Jesucristo con todos sus santos. La esperanza y la espera que dan un sentido a la vida (Noel Quesson).
2. El salmo hace referencia a la fugacidad de la vida, centr谩ndose en la creaci贸n del hombre, al que form贸 Dios del polvo de la tierra (Gn 3,19) y le ha dado una vida breve, y dice S. Pedro que Dios tiene paciencia con nosotros: “no tarda el Se帽or en cumplir con su promesa, como algunos piensan; m谩s bien tiene paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie se pierda, sino que todos se conviertan” (2 P 3,8-9).
Dec铆a el fundador del Opus Dei: “Os recuerdo de nuevo que nos queda poco tiempo: tempus breve est, porque es breve la vida sobre la tierra, y que, teniendo aquellos medios, no necesitamos m谩s que buena voluntad para aprovechar las ocasiones que Dios nos ha concedido. Desde que Nuestro Se帽or vino a este mundo, se inici贸 la era favorable, el d铆a de la salvaci贸n, para nosotros y para todos. Que Nuestro Padre Dios no deba dirigirnos el reproche que ya manifest贸 por boca de Jerem铆as: en el cielo, la cig眉e帽a conoce su estaci贸n; la t贸rtola, la golondrina y la grulla conocen los plazos de sus migraciones: pero mi pueblo ignora voluntariamente los juicios de Yav茅.
No existen fechas malas o inoportunas: todos los d铆as son buenos, para servir a Dios. S贸lo surgen las malas jornadas cuando el hombre las malogra con su ausencia de fe, con su pereza, con su desidia que le inclina a no trabajar con Dios, por Dios. ¡Alabar茅 al Se帽or, en cualquier ocasi贸n! El tiempo es un tesoro que se va, que se escapa, que discurre por nuestras manos como el agua por las pe帽as altas. Ayer pas贸, y el hoy est谩 pasando. Ma帽ana ser谩 pronto otro ayer. La duraci贸n de una vida es muy corta. Pero, ¡cu谩nto puede realizarse en este peque帽o espacio, por amor de Dios!
No nos servir谩 ninguna disculpa. El Se帽or se ha prodigado con nosotros: nos ha instruido pacientemente; nos ha explicado sus preceptos con par谩bolas, y nos ha insistido sin descanso. Como a Felipe, puede preguntarnos: hace a帽os que estoy con vosotros, ¿y a煤n no me hab茅is conocido? . Ha llegado el momento de trabajar de verdad, de ocupar todos los instantes de la jornada, de soportar -gustosamente y con alegr铆a- el peso del d铆a y del calor”.
Dios es tambi茅n el que puede perdonar y hacer felices los d铆as del hombre sobre la tierra. Es lo que se le pide en estos vers铆culos.
3.- Mt 24, 42-51 (ver paralelo, domingo 19, C). Nos quedan tres d铆as de lectura del evangelio de san Mateo. Y los tres tienen un mismo tema: el discurso «escatol贸gico» de Jes煤s, el quinto y 煤ltimo de los que Mateo nos ofrece en su evangelio, organizando los dichos de Jes煤s (cf. lo que dec铆amos el lunes de la d茅cima semana). El discurso escatol贸gico se refiere a los acontecimientos finales y, en concreto, a la actitud de vigilancia que debemos tener respecto a la venida 煤ltima de Jes煤s. Hoy nos lo dice con dos comparaciones muy expresivas: el ladr贸n puede venir en cualquier momento, sin avisar previamente; el amo puede regresar a la hora en que los criados menos se lo esperan. En ambos casos, la vigilancia har谩 que el ladr贸n o el amo nos encuentren preparados. Nos va bien que nos recomienden la vigilancia en nuestra vida. No es que sea inminente el fin del mundo, con la aparici贸n gloriosa de Cristo. Ni que necesariamente est茅 pr贸xima nuestra muerte. Pero es que la venida del Se帽or a nuestras vidas sucede cada d铆a, y es esta venida, descubierta con fe vigilante, la que nos hace estar preparados para la otra, la definitiva. Toda la vida est谩 llena de momentos de gracia, 煤nicos e irrepetibles. Los jud铆os no supieron reconocer la llegada del Enviado: ¿desperdiciamos nosotros otras ocasiones de encuentro con el Se帽or?
El estudiante estudia desde el principio de curso. El deportista se esfuerza desde que empieza la etapa o el campeonato. El campesino piensa en el resultado final ya desde la siembra. Aunque no sean inminentes ni el examen ni la meta definitiva ni la cosecha. No es de insensatos pensar en el futuro. Es de sabios. D铆a a d铆a se trabaja el 茅xito final. D铆a a d铆a se vive el futuro y, si se aprovecha el tiempo, se hace posible la alegr铆a final. «Estad en vela»: buena consigna para la Iglesia, pueblo peregrino, pueblo en marcha, que camina hacia la Venida 煤ltima de su Se帽or y Esposo. Buena consigna para unos cristianos despiertos, que saben de d贸nde vienen y a d贸nde van, que no se dejan arrastrar sin m谩s por la corriente del tiempo o de los acontecimientos, que no se quedan amodorrados por el camino. Estar en vela no significa vivir con temor, ni menos con angustia, pero s铆 con seriedad. Porque todos queremos escuchar, al final, las palabras de Jes煤s: «muy bien, siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Se帽or» (J. Aldaz谩bal).
Las tres p谩ginas propuestas hasta el s谩bado inclusive las incluye san Mateo en un gran discurso de Jes煤s sobre el "Fin de los Tiempos" -Escatolog铆a-Velad... Convendr铆a citar por entero el serm贸n 22 de Newman sobre la "vigilancia". He aqu铆 algunos extractos: "Jes煤s preve铆a el estado del mundo tal como lo vemos hoy, en el que su ausencia prolongada nos ha inducido a creer que ya no volver谩 jam谩s... Ahora bien, muy misericordiosamente nos susurra al o铆do que no nos fiemos de lo que vemos, que no compartamos esa incredulidad general... sino que estemos alerta y vigilantes". "Debemos no s贸lo "creer", sino "vigilar"; no s贸lo "amar", sino "vigilar"; no s贸lo "obedecer", sino "vigilar"; vigilar ¿por que? Por ese gran acontecimiento: la venida de Cristo…
"¿Sab茅is qu茅 es estar esperando a un amigo, esperar su llegada y ver que tarda en venir? ¿Sab茅is qu茅 es estar con una compa帽铆a desagradable, y desear que pase el tiempo y llegue el momento en que pod谩is recobrar vuestra libertad? ¿Sab茅is qu茅 es tener lejos a un amigo, esperar noticias suyas, y preguntarse d铆a tras d铆a qu茅 estar谩 haciendo ahora, en ese momento, si se encontrara bien?... Velar a la espera de Cristo es un sentimiento parecido a estos, en la medida en que los sentimientos de este mundo son capaces de representar los de otro mundo..."
-Velad, porque no sab茅is qu茅 d铆a vendr谩 vuestro Se帽or. Si el due帽o de casa supiese a qu茅 hora de la noche iba a venir el ladr贸n, estar铆a en vela... Tambi茅n vosotros estad preparados: porque en el momento que menos pens茅is, vendr谩 el Hijo del hombre.
Tambi茅n el Padre Duval ha traducido maravillosamente esta espera en su canci贸n. "El Se帽or volver谩, lo prometi贸, que no te encuentre dormido aquella noche. "En mi ternura clamo hacia El: Dios m铆o, ¿ser谩 quiz谩 esta noche? "El Se帽or volver谩, esp茅ralo en tu coraz贸n, ¡no sue帽es en disfrutar lejos de El tu peque帽a felicidad!" ¡Jes煤s "viene"! Y nos advierte: ¡velad! porque vengo cuando no lo pens谩is.
Podr铆ais malograr esa "venida", esa cita imprevista, esta visita-sorpresa. Y para que nos pongamos en guardia contra nuestras seguridades enga帽osas, Jes煤s llega a compararse a un "ladr贸n nocturno". Inseguridad fundamental de la condici贸n humana.
Jes煤s "vendr谩"... al final de los tiempos en el esplendor del 煤ltimo d铆a. Jes煤s "vendr谩"... a la hora de nuestra muerte en el cara a cara de aquel momento solemne "cuando se rasgar谩 el velo que nos separa del dulce encuentro".
Pero... Jes煤s "viene"... cada d铆a, si sabemos "estar en vela". No hay que esperar el 煤ltimo d铆a. Est谩 all铆, detr谩s del velo. Viene en mi trabajo, en mis horas de distensi贸n, de solaz. Viene a trav茅s de tal persona con quien me encuentro, de tal libro que estoy leyendo, de tal suceso imprevisto... Es el secreto de una verdadera revisi贸n de vida.
-¿D贸nde est谩 ese "empleado" fiel y sensato encargado por el amo de dar a su servidumbre la comida a sus horas? Dichoso el tal empleado si el amo, al llegar lo encuentra cumpliendo con su obligaci贸n... S铆, "velar", atisbar "las" venidas de Jes煤s, ¡no es estar so帽ando! Es hacer cada uno el trabajo de cada d铆a, es considerarse, de alguna manera, responsable de los dem谩s, es darles, cuando se requiera, su porci贸n de pan, es amar. En verdad eso concierne, muy especialmente, a los "jefes de comunidad", en la Iglesia o en otra parte. Y ¿qui茅n no es jefe de una comunidad? Familia, equipo, grupo, clase, despacho, empresa, sindicato, club, colegas, clientes, etc. Darles, cuando es oportuno, lo que esperan de m铆 (Noel Quesson).